Después del último concierto, donde las integrantes más jóvenes de las Aqours, despidieron la partida de las chicas de tercer año, Chika, decidió ir una última vez al mar, a las orillas donde había comenzado toda su aventura, todo su viaje al mundo de las idols. La pelirroja sabía que no le quedaba mucho tiempo. Aún con las ropas de su último concierto, corrió hasta la arena. Necesitaba estar a solas.
Una vez en la playa, el
atardecer comenzó a caer junto a las lágrimas de Chika. La pelirroja paso las
yemas de sus dedos por la arena seca. Todo iba a terminar allí, algo se lo
decía. Tenía miedo, pero al mismo tiempo, sabía que trascender de aquél mundo
imaginario, era el paso natural que debía de seguir.
Por el rabillo del ojo,
vislumbró un avión de papel “Es la señal” Pensó con cierta amargura.
Se puso en pie, dando una
última ojeada a aquella playa desértica, que en otras ocasiones hubiera estado
llena de gente.
Los ojos de Chika comenzaron a
parpadear poco a poco, despertando en un lugar familiar: el mundo terrenal. La
pelirroja intentó mover su cuerpo sin mucho éxito. Sus labios estaban secos, y
la luz de la ventana cegaba sus pupilas. Chika observó su cuerpo, lleno de
cables y vías. Estaba en el hospital. Por fin había logrado despertar del coma.
Una enfermera entró en la sala.
—¡Ha despertado! ¡La paciente ha despertado del coma!
Aquello solo fue el comienzo de
lo que vendría en su nueva vida.
Pasaron algunos meses antes de
que Chika pudiera recuperar parte de su movilidad. Ahora necesitaba un bastón
para andar, pero aún así había superado las expectativas de los médicos.
A veces la pelirroja pasaba las
horas deambulando por el jardín del centro médico, sentándose en los bancos, y
recordando nostálgicamente una época que nunca vivió. Nunca conoció a las
integrantes del grupo, nunca hizo ningún concierto. Aquellos recuerdos
hermosos, los mejores años de su vida, solo fueron parte de su imaginación, y
eso era algo duro de afrontar.
Antes del coma, Chika había
desarrollado una potente obsesión con los grupos de idols. Sus favoritas eran
las Muse. Una a la que admiraba sobre las demás era Honoka, la líder del grupo.
Sentía que su historia era inspiradora, y le bastaba con ver algunas
grabaciones de sus antiguos conciertos para motivarse. Antes del incidente, la
pelirroja había seguido toda la carrera del grupo desde cerca; desde sus
primeros pasos en el mundo de la música, hasta su triste retirada.
Según fue pasado el tiempo, le
dieron el alta a Chika. Volvió al piso donde vivía sola, apoyándose sobre un
bastón que continuaría junto a ella el resto de su vida. A pesar de que en el
sueño lúcido que vivió, ella aún era una adolescente, en la vida real rondaba
la treintena. Ya no vivía junto a su familia, pero de vez en cuando, su madre y
hermana venían a visitarla. Los fines de semana junto a ellas, eran los únicos
momentos donde no estaba sola. Antes del coma tenía algunas amigas lejanas,
conocidos del trabajo, pero nadie a quien le importara lo suficiente como para
acompañarla en sus momentos más bajos.
Con el tiempo pudo ubicar más o
menos de donde había sacado el material su mente para crear a las Aqours. Algunas,
como Mari o Kanan, habían sido modelos, deportistas, o gente famosa que solo
había visto en la televisión; otras como Yohane, Dia, o Ruby, habían sido
compañeras de clase con las que no había hablado mucho o incluso tan solo
conocía de vista; de Hanamaru y Riko no estaba completamente segura, quizás
serían desconocidas que habría visto alguna vez por la calle y a su cerebro le
habrían llamado la atención. Con la única con la que había tenido contacto real
alguna vez fue con You, una chica que conoció en su infancia cuando un verano
que sus padres vinieron a su pueblo a veranear “¿Qué habrá sido de ella?” Pensó
la pelirroja mientras bajo el kotatsu, pelaba algunas mandarinas.
Un día, Chika despertó con el
sonido del timbre. Aún era de noche, y no esperaba ninguna visita.
—¿Quién es a estas horas?
Al ver la sorpresa detrás de la
puerta, sus ojos se abrieron de par en par.
—Ho… Honoka ¿Eres tú? —Chika frotó sus ojos
bruscamente. —Estoy soñando. Otra vez estoy soñando.
Honoka sonrió tiernamente.
—No estás soñando. De verdad soy yo.
—Pero ¿Qué haces aquí? ¿Cómo es que has venido a
visitar a alguien… —La pelirroja hizo una pequeña pausa, con un tono más amargo
en su frase final. —Bueno, a alguien como yo.
—Tu madre consiguió contactar conmigo. Siempre es
agradable conocer a una fan.
—Sí. —Los ojos de Chika comenzaron a llenarse de
lágrimas de alegría que no pudo reprimir. Todo aquello parecía un dulce sueño,
pero aún así, no quiso perder la oportunidad de hablar con su ídolo. —Siempre
he admirado mucho tu trabajo, me encantan tus canciones. Tengo todos los CDs
que tú y las Muse sacasteis.
Honoka hizo un gesto de pausa,
y Chika se cayó aún con el corazón latiendo a una velocidad de vértigo.
—Vístete. Vamos a dar un paseo por la playa. Tenemos
toda la noche para hablar.
La pelirroja asintió con una
sonrisa nerviosa. Se vistió lo más rápido que pudo con la ropa que tenía más a
mano en su habitación. No quería hacer esperar a la persona a la que admiraba.
Mientras se ponía sus vaqueros, y chaqueta de lana, cierto pequeño temor
afloraba, temiendo que Honoka desapareciera como lo hicieron las Aqours en su
día.
Con cierto alivio, Chika salió
junto a Honoka a dar un paseo por la playa. El cielo negro lleno de estrellas,
acompañaba la calma del mar esa noche.
—Háblame de ti, Chika. —La orden de Honoka, pilló por
sorpresa a la pelirroja.
—Bueno. No tengo mucho que contar. Pasé los últimos
meses en rehabilitación después de un coma. —Hizo algo de hincapié en su
bastón. —No sé cuánto te habrá contado mi madre.
—No me contó sobre eso; solo me dijo que eras una
gran fan mía.
—Ya veo. Bueno, supongo que eso está bien. En el
fondo, no me hubiese llegado a gustar del todo que solo estuvieras aquí por
lástima.
—¿Puedo saber cómo es que caíste en el coma? Por
curiosidad.
Chika suspiró, e hizo una
pequeña pausa. Nunca antes había hablado de ello con nadie, ya que sus
familiares y los médicos lo sabían de antemano; y con las otras personas con
las que había interactuado, nunca tuvo ese nivel de confianza.
—Perdón. Puede que la pregunta te haya incomodado.
—Se disculpó Honoka tras ver el semblante serio de la pelirroja.
—No. Está bien. La verdad es que no he hablado con
nadie de esto, y me gustaría poder hacerlo. —Chika se sentó cerca del muelle
donde estaban, su compañera la siguió. —Lo último que recuerdo de ese día es un
avión de papel. Un condenado avión de papel. ¿Sabes? A pesar de vivir en la
playa, nunca aprendí a nadar. A día de hoy aún no sé nadar por culpa de mi
miedo al mar.
—Bueno, hay muchas cosas que yo tampoco sé hacer.
—Aquél día las olas eran más grandes de lo normal. Yo
me acerqué mucho a la orilla. Ni siquiera recuerdo exactamente porque. —Chika
suspiró derrotada. —Pero, ahí estaba yo. Todo fue caótico. Una ola enorme chocó
contra mí. Todo se volvió negro y…
—Caíste en el coma.
La pelirroja asintió.
—Desperté dentro de un sueño hermoso. Yo era...
—Chika posó sus ojos llorosos sobre su ídolo. —Era una idol, como tú. Tenía un
grupo, las Aqours. Estaba cumpliendo el sueño de mi vida.
En sus ojos reinaba la
nostalgia. Podía sentirse como cada vez que intentaba recordarlo, una puñalada
en el corazón la atacaba directamente en el alma. Honoka le devolvió una
sonrisa amarga, pero llena de comprensión.
—¿Echas de menos esos días?
Chika hizo una pausa y asintió.
Su nueva amiga, la abrazó con fuerza.
—Te entiendo. Las Muse nos separamos hace años, y
también lo echo de menos.
—Pero, no es lo mismo. Lo tuyo fue real. —Miró sus
manos, decaída. —Lo mío, solo un sueño. Un gran sueño, pero nada real.
El silencio se hizo presente.
Las dos chicas siguieron caminando un rato a solas, cerca de la orilla. En un
momento, la antigua integrante de Muse, tomó la mano de de Chika, y mirándola a
los ojos dijo:
—Lo he estado pensando. ¿Quieres que tú y yo, seamos
idols juntas?
Chika sonrió, dejándose llevar
por lo que en ese momento, volvía a parecer un sueño, pero esta vez era real.
—Nunca es tarde para empezar.
"Al final esto ha sido un milagro, un miracle wave para ser exactos" |