Gru fue a la reunión de padres adoptivos. A su izquierda había una especie de lagarto peludo azul gigante con cara de bonachón, a su derecha, literalmente un oso. Lucy le había dicho que llevase galletas, pero en lugar de haberlas hecho de chocolate, les había puesto pasas. El lagarto gigante se presentó como Sullivan, pero su novio le llamaba Sully. El oso simplemente rugió. Le acompañaba una vieja que traducía por él. Al parecer se había transformado en oso para adoptar a un osezno.
El pobre Sully fue la primera víctima: un mordisco, una mueca de asco, seguida de una sonrisa falsa mientras seguía masticando lentamente.
Puede que fuera un padre adoptivo, pero seguía siendo malo, y eso, era bueno.
"Son caseras" |
¡Qué cretino el Gru!
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