—¡Aquí estoy! —Respondió el youtuber con una divertida sonrisa.
El corazón de Ibai latía con fuerza, ya habían pasado meses desde la desaparición de su ídolo; unos dolorosos meses en los que sintió que había perdido a un amigo. Mike había estado todo aquél tiempo sin dar señales de vida, ni siquiera por sus otras redes sociales, y el joven streamer ya se había imaginado lo peor.
—Te había echado de menos, gilipollas. —Los ojos de Ibai no pudieron evitar estallar en lágrimas, y el joven llevó las palmas de sus manos a sus mejillas, para secar la reciente humedad; se sentía vulnerable ante una persona que admiraba; había sufrido todos aquellos meses sin ver como Mike El Curioso abría algún nuevo kit de supervivencia, sin ver como partía algún misterioso artilugio por la mitad, sin escuchar su voz.
—¿Qué pasa? Creías que me había raptado algún zombie? —Pregunto el youtuber cariñosamente, haciendo una de sus típicas bromas sobre apocalipsis que tanto amaba.
Ibai negó con la cabeza mientras sonreía aliviado. "¡Está loco!" Pensó para sí con ternura.
—¿Por qué no distes señales de vida? Me habías preocupado. —Preguntó el streamer con algo más de seriedad.
Mike El Curioso suspiró para sí, pensando dos veces que decir; su amigo aún parecía ciertamente preocupado, y lo último que quería era que alguien sufriera por sus inseguridades del pasado. Decidió que lo mejor que podía hacer era sincerarse con su amigo.
—Es que... pensé en dejar YouTube.
Los ojos del streamer se abrieron de par en par, y con algo que se podría denominar entre rabia y tristeza le respondió con lo primero que salió de sus labios, y su corazón.
—Pero ¡¿QUÉ DICES?! ¿QUÉ DICES?
—Lo siento, fue algo que se me pasó por la cabeza. —La sonrisa que siempre solía asomar en los labios del youtuber, se apagó. —No sé, fue una tontería, lo sé.
—¿Y por qué no hablaste conmigo? —En los ojos de Ibai se podía observar una gran empatía.
Mike el Curioso se encogió de hombros, y armándose de valor, respondió con cierta timidez.
—Es que... pensé que jamás podría ser un streamer tan bueno como tú..
—Pero Mike... ¿ESTAS TONTO? ¡¿QUÉ DICES MIKE?! ¡¿QUÉ DICES?!—Aquello en el fondo le hizo daño a Ibai; le gustaba ser un buen streamer, pero odiaba que otros se viesen mal a sí mismo por compararse con él, sobre todo si ese otro era su ídolo: Mike El Curioso. —AHORA ME VAS A ESCUCHAR BIEN ¿DE ACUERDO MIKE? —Ibai sacó una pequeña pizarrita en la que comenzó a garabatear. —¡MIRA MIKE, ESTE ERES TÚ! ¿TE VES? ¿TE VES? ¡Y ESTE DE AQUÍ SOY YO! ¿VES COMO ERES EL PUTO AMO? ¿VES COMO LAS VIEWS IMPORTAN UNA MIERDA? ¡POR QUÉ TÚ ERES EL PUTO AMO MIKE, JODER, QUE SE TE META EN LA CABEZA! ¡¿ME OYES?! ¡¡¡EL PUTO AMO!!!
Tras la charla motivadora del joven streamer, Mike sonrió con su corazón lleno de nuevo.
—Gracias Ibai, realmente necesitaba oír eso.
—De nada. Pero, ya sabes Mike, no quiero que vuelvas a sentirte un mal youtuber. Y si necesitas ánimos, siempre estaré aquí.
—Gracias Ibai, tú siempre me animas.
—Recuerda ¿Qué eres?
Mike el curioso sonrió para sí unos instantes, dejandose impregnar por el motivador discurso de su amigo.
—El puto amo.
"Eres el puto amo ¿Me oyes? El puto amo". |
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