No podía ser... Su ídolo, aquél hombre al que tanto había admirado. Aquél majestuoso hombre había sido detenido por su arte. ¡¿Pero quién se creían que eran esos asquerosos y zafios hombres de uniforme tocando a un auténtico maestro del arte?!
—¡ME CAGO EN LA PUTA!
Guillermo estaba asustado. Cuando Vicente se ponía así no había quien le detuviera. Intentó calmar a su alter ego, recordándole que sus obras de arte siempre quedarían grabadas en vídeo en la deep web y podrían verlas cuantas veces quisieran.
—¡NO!
Vicente sacudió los brazos con furia, algo que llevaba tiempo temiendo. En sus representaciones, Vicente no tenía brazos, solo controlaba el tronco y la cabeza que compartían, pero se estaba haciendo con el control. Guillermo corrió a toda prisa al cajón de las pastillas, pero sus peores temores se habían hecho realidad. Por la noche, mientras Guillermo dormía, Vicente se hizo con el poder del cuerpo y había tirado todos sus anti-psicóticos por el desagüe. No quedaba ni uno.
Guillermo se empezó a sentir débil, cada vez más alejado de si mismo, hasta ser un mero pasajero de su propio cuerpo.
Vicente tuvo una gran idea, a partir de ahora, ÉL sería el presentador de Art Attack, solo así podría darse a conocer al mundo. Y quién sabe, puede que incluso llegase a llamar la atención de aquel hombre, que le permitiese ser su pupilo. Era la hora de ser un artista ecológico... Y la primera maqueta ya llevaba tiempo decidida.
—Vicente... Por favor... No lo hagas
—Shhhh... Tranquilo Guille... Reláaaajate... Deja que tu amigo Vicente Van Coco se encargue....
"Vivo atrapado en mi mente" |
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