El instituto había acabado, y a pesar de que Ryan se había apuntado a una escuela de baile, ya no era un High School Musical. Cuando el chico rubio salió de su escuela, su mirada topó en alguien familiar, esperándole a la salida montado en una vespa roja con el reconocible símbolo de los Wildcats: era Chad, su novio del instituto. Ryan le regaló una sonrisa sincera. Chad y él habían sido pareja en secreto durante muchos años, pero ya no tenían porqué esconderlo más, y eso le hacía feliz.
—Veo que otro día has venido a buscarme. —Comentó Ryan en tono juguetón. —Pero con las manos vacías. —Bromeó.
Chad le respondió con cierta mirada pícara.
—Bueno, la bragueta no la tengo vacía.
El chico rubio se sonrojó ¿De verdad esas palabras habían salido de los labios de su novio? Casi parecía un sueño. Ryan había estado esperando todo ese tiempo a que Chad tomara la iniciativa, ya que no quería presionarle, pues sabía que su pareja había tardado mucho más tiempo que él en sentirse cómodo con sus sexualidad.
—¿Entonces, quieres que tú y yo... —El chico rubio aún quería cerciorarse de la proposición de su novio.
—Sí. Mis padres no están en casa, y he comprado condones. —Chad guiñó un ojo a su pareja, haciendo que este se encogiera tímidamente. —¡Sube!
Ryan se sentó en la parte trasera de la vespa, abrazándose a la espalda de su amado, pensando tiernamente en el paso que hoy su novio y él tomarían. Si era cierto que su novio seguiría siendo un Chad por el resto de su vida, él ya no seguiría siendo un virgin.
"I don't dance?" |
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