A Barbie le encantaba la canción "Disfraz de Tigre" de Hidrogenesse. Durante los años, la gente le había dado distintas interpretaciones, pero con la que más de acuerdo estaba era con aquella que decía que celebraba la adaptación del ser humano y su transformación social. La escuchaba una y otra vez en sus cascos. "Soy yo", pensaba "Somos todos". Era una melodía que se repetía cada vez más en su cabeza, nunca se había sentido tan identificada con la letra de una canción. Barbie siempre se había adaptado a todo tipo de situaciones: había sido cajera, astronauta, presidenta, sirena... Se podría decir que también había sido "planta, animalito, máquina, piedra...".
Sí, sin duda alguna ella era la persona más adaptada que conocía, y aquello era perfecto para aquél siglo XXIII en el que vivían, donde el ser humano solo podía elegir entre ser una máquina o un cadáver.
"Soy un disfraz de tigre, soy un disfraz de tigre..." Tarareó una última vez antes de volver a la cadena de montaje.
"Me siento vacía como una muñeca de plástico" |
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